Es muy habitual, a día de hoy, comprar o vender un coche de segunda mano. Se trata de una forma de ahorrar dinero obteniendo a cambio un medio de transporte en buenas condiciones que nos permita ir cómodamente al trabajo o viajar. Sin embargo, cuando nace la idea de obtener un nuevo automóvil, son muchas las preguntas que se hace el usuario, como cuál es el proceso para poder desarrollar esta actividad de manera legal y dejándolo todo atado para que, en un futuro, no tenga lugar ningún problema. Una de las cuestiones más destacadas en estos casos tiene relación con el modelo de carta de compraventa del vehículo.
Muchas veces este paso se da sin contar con profesionales con el fin de ahorrar esta cantidad económica que solicitarían estos servicios. De este modo, no se sabe realmente cómo actuar. Sin embargo, vamos a aclararte muchas dudas con el fin de que puedas sentirte libre y cómodo a la hora de tomar esta decisión.
Modelo de carta de compraventa de un vehículo: ¿cómo se redacta?
Realmente, un contrato de compraventa puede redactarse de una forma libre, ya que cada persona considerará qué es lo más importante que tiene que incluir en él. Sin embargo, hay ciertos datos que jamás pueden faltar. Estamos hablando del DNI de las dos partes, de los nombres completos, de los datos del automóvil que se va a vender y de la firma de las personas implicadas en este proceso, que son el comprador y el vendedor. Esta última tiene que estar en todas las hojas de las que se componga el documento.
Asimismo, cuanto más específicos seamos a la hora de redactar un modelo de carta de compraventa de un vehículo, más claro será el proceso que se va a iniciar y menos problemas existirán en el futuro. Estos datos implican tanto al vendedor como al comprador, que son los que tienen que estar de acuerdo en el desarrollo de esta actividad. Eso sí, existe información que siempre tiene que verse reflejada en este contrato. Esta es la siguiente:
- El nombre completo y el DNI del vendedor y del comprador.
- Firma de las dos partes implicadas, desde la primera hasta la última página.
- Descripción del vehículo: modelo, marca, versión, motor, acabado y extras que incluye. Un ejemplo de lo anterior sería el siguiente: Seat León ST Style 1.5 EcoTSI 130 CV con gps, elevalunas eléctrico, cinco plazas, tres puertas y conector USB.
- Datos del vehículo: número de chasis, matrícula y kilometraje.
- Estado en el que se encuentra el automóvil: casi nuevo, con la tapicería desgastada,y con las ruedas a punto de tener que ser cambiadas.
- Precio que debe abonar el comprador para hacerse con el vehículo.
- Forma de pago que usará el vendedor para adquirir el automóvil.
Claridad de los datos
Hay que tener en cuenta que muchos vendedores que son particulares no tienen claros muchos datos del coche, como todos los extras que posee o el tipo de acabado. Ahora, no es obligatorio tener que rellenar todos estos apartados con exactitud. Realmente, el objetivo de este modelo de carta de compraventa de un vehículo es que el comprador se haga una idea real de en qué situación se encuentra el vehículo. Por ejemplo, datos como los CV o el número de asientos suele ser importante. Sin embargo, al acabado externo o a la tela de los asientos, muchas personas no les dan importancia.
Irregularidades
Por supuesto, si el coche tiene alguna irregularidad o algún defecto, es esencial comunicarlo, pues de la parte mecánica hay que dejar constancia desde el primer momento con el fin de evitar problemas futuros, tanto para el vendedor como para el comprador. Esto se debe a que si somos el vendedor y hemos dejado claro todos los fallos que pueda tener el vehículo, el comprador no nos podrá recriminar nada más adelante. Lo mismo sucede al contrario: si somos el comprador y nos han ocultado que el coche tiene un problema en el motor, podemos quejarnos para que se nos recompense de algún modo.
Asimismo, hay que tener claro que es necesario que cada parte se quede con una copia del contrato y que todas las hojas deben de estar firmadas. Así se puede demostrar que tanto comprador como vendedor eran conscientes del proceso.
Por supuesto, si estás a punto de comprar un coche de segunda mano, no dudes en solicitar a la DGT parte o toda la información pública que exista sobre el mismo mediante los informes específicos. De este modo, sabrás las revisiones por las que ha pasado, si se le ha cambiado alguna pieza importante, si ha sufrido alguna vez un accidente o si cuenta con algún fallo de serie que debes conocer para que no te lleves ninguna sorpresa desagradable.