Cuando se habla de seguridad de un coche, es importante hacer una distinción entre los sistemas de seguridad activo y pasivo del mismo. Gracias al sistema activo se intenta evitar las colisiones, mientras que el sistema de seguridad pasiva del vehículo tiene como fin reducir o paliar los efetos ocurridos después de un accidente.

La importancia de la seguridad pasiva del vehículo

Mientras la seguridad activa tiene como objetivo evitar que ocurran accidentes, la seguridad pasiva del vehículo tiene como propósito disminuir las consecuencias después de una colisión. Y es que la seguridad pasiva recoge todos los sistemas que se emplean para proteger a los pasajeros de un coche contra posibles lesiones una vez que ha ocurrido un accidente. Gracias a los avances de la tecnología, cada vez más existen nuevos elementos de seguridad pasiva en los vehículos, pero los más importantes son los airbags, el habitáculo del coche resistente a las deformaciones y las zonas de deformación que se encuentran en las partes delantera y trasera de cada coche.

Imagina una colisión que no puede evitarse utilizando la seguridad activa del vehículo o cuando un accidente se produce por culpa de otro conductor. En estos casos, el accidente es inevitable, pero las consecuencias del mismo pueden verse reducidas por los sistemas de seguridad pasiva del vehículo; gracias a los airbags, por ejemplo, la persona puede irse sin ninguna lesión o con apenas rasguños; esto depende, por supuesto, del grado de la colisión.

Cinturón de seguridad

El primer sistema de seguridad pasiva del vehículo es el cinturón. ¿Recuerdas que en las últimas décadas del siglo XX casi nadie utilizaba el cinturón de seguridad? Y es que por ejemplo, en los 50 había coches que ni siquiera lo incluían. Pero después de décadas de accidentes fatales se descubrió que el cinturón de seguridad es capaz de evitar lesiones severas en los pasajeros después de un choque. Por eso es importantísimo que todos los pasajeros, incluso los que vayan atrás, utilicen este dispositivo.

Airbags

Los airbags o bolsas de aire supusieron toda una revolución para la seguridad pasiva del vehículo. Se trata de una serie de dispositivos de nailon que se inflan con gas. El airbag salta al momento de ocurrir una colisión y protege a los ocupantes de las partes internas del vehículo; de esta forma, se produce una amortiguación del impacto de un choque. Y es que cuando ocurre una colisión, se produce un impacto por las fuerzas de inercia que producen que el coche frene bruscamente o cambie su trayectoria.

Los airbags se inflan en milésimas de segundo a partir de producirse el impacto frontal o lateral.

Active Head Restraint

El cinturón de seguridad y los airbags se complementan con el Active Head Restraint, conocido como reposacabezas. Los reposacabezas delanteros y traseros son sistemas que se emplean para reducir o evitar lesiones en las cervicales; a esta lesión se le conoce como latigazo cervical y suelen aparecer como resultado de una colisión trasera; también pueden producirse por el rebote del cinturón de seguridad y por golpes frontales.

ISOFIX, la seguridad pasiva del vehículo para niños

Antiguamente los niños iban en la parte trasera del vehículo y sin cinturón de seguridad. Es posible, si tienes ya 30 años, que tú pertenecieras a este grupo de niños que viajaba sin protección en el coche. Pero en las últimas décadas se implementó el uso de sillitas en el coche no solo para bebés, sino también para niños y adultos que tengan una estatura máxima de 1,35 metros. Es decir, todo aquel que mida hasta 1,35 metros debe ir en una sillita. Pero el uso de la silla y alzadores no es suficiente, sino que debe contar con el ISOFIX.

El ISOFIX es un estándar que fija los asientos para niños en el vehículo. De esta forma, la instalación de la silla es la adecuada y no se mueve, pues va fija al coche. Gracias al ISOFIX no tienes que atar la sillita al coche utilizando el cinturón de seguridad. Cuidado, pues se patentó a finales de los 80 y los vehículos con cierta antigüedad no cuentan con este sistema.

Otros sistemas de seguridad pasiva del vehículo

Además del cinturón de seguridad, los airbags, los reposacabezas y el ISOFIX, existen otros sistemas de seguridad que permiten paliar los efectos de una colisión. Por ejemplo, hay coches en los que los cristales no se rompen en mil pedazos y, en consecuencia, se evitan lesiones fatales. Gracias a la tecnología más avanzada, algunos cuentan con protección para peatones y con el e-Call que permite llamar a emergencias en caso de accidentes; el e-Call envía la ubicación exacta de un coche para permitir una asistencia inmediata.

Algunos elementos de la seguridad activa

La seguridad activa también es importante, pues es la que evita las colisiones. Su finalidad es prevenir accidentes y se forma por todos los elementos que permiten el control del vehículo. A la seguridad activa pertenecen los frenos, la suspensión, la dirección, la iluminación interna y externa, así como los neumáticos y los controles de estabilidad. Todos estos sistemas tienen como objetivo ayudar al conductor a mantener el control sobre el vehículo.

Los frenos son los más importantes, seguidos por los sistemas ABS para evitar el bloqueo de los neumáticos. El control de estabilidad se compone de sensores que permiten mantener la trayectoria del coche en caso de derrapes. Y por supuesto, la seguridad activa también incluye el freno automático de emergencia, el detector de fatiga y hasta el asistente que te permite aparcar de forma segura.