Son muchas las personas que poseen un coche para trasladarse al trabajo, viajar o realizar actividades tan rutinarias como la compra. Sin embargo, ahorrar para comprar un automóvil no es nada sencillo, sobre todo si es para adquirir uno nuevo, que además del precio del mismo, hay que hacer frente a los impuestos. ¿Sabes qué porcentaje de IVA tienes que pagar en la compra de un nuevo vehículo? Además, más allá del IVA existen otras tasas a las que también hay que hacer frente si queremos sacar un coche sin estrenar del concesionario. Siempre existe un sistema de financiación a la hora de hacernos con ese vehículo que tanto nos gusta y que se adapta a nuestras necesidades. Para ello, solo hay que calcular qué inversión tenemos que hacer para empezar a hacer cálculos que influirán en nuestro día a día, como la cuota que asumiremos mensualmente por esta nueva adquisición.
¿Qué IVA hay que hacer frente en la compra de un vehículo?
Cuando se compra un vehículo, las personas no piensan realmente qué porcentaje de IVA están pagando del total del valor del coche. Se asume que la cifra que se va a pagar es alta. Por lo tanto, prácticamente nadie realiza un desglose en el que analiza en qué se gasta cada euro destinado a la compra. Sin embargo, hay veces que es importante entender cómo se divide el precio de un automóvil para saber, por ejemplo, si nos podemos beneficiar o no del mismo. Nunca está de más conocer dónde va nuestro dinero, si al Estado o al empresario al que le estamos solicitando un servicio. Se trata de una manera de entender mejor la realidad que nos rodea. Sin embargo, el IVA no es el único impuesto al que se le hace frente en la compra de un vehículo, sino que hay otros muchos que también tenemos que asumir. Los describimos a continuación.
IVA
A la hora de comprar un coche, hacer frente al IVA es inevitable. Tanto es así que la cantidad que corresponde al total de lo que gastamos es el 21%. Ahora bien, la situación varía si el usuario que realiza la adquisición es una persona con movilidad reducida. En estos casos, el porcentaje de IVA que se aplica es del 4%.
Impuesto de transmisiones patrimoniales
En el caso de que el coche que compremos no sea totalmente nuevo, no se pagará el IVA. Sin embargo, en este caso sí que tenemos que hacer frente al impuesto sobre transmisiones patrimoniales. El coste de este impuesto varía dependiendo de la potencia del vehículo que se adquiera, de los años que tenga y de las tablas que tiene dictaminadas el Ministerio de Hacienda.
Impuesto de circulación
El impuesto de circulación también es conocido como impuesto de vehículos de tracción mecánica. A este gasto tienen que hacerle frente todas las personas que sean titulares de un coche, independientemente de que sean nuevos o de segunda mano. Por supuesto, es un pago que hay que realizar una vez al año hasta que el vehículo sea dado de baja. La tarifa de este impuesto varía dependiendo de la Comunidad Autónoma en la que esté inscrito el automóvil. Por otro lado, en este impuesto también influye la potencia fiscal de este último. En el caso de que una persona tenga un certificado de discapacidad superior al 33% y sea titular de un vehículo, esta no tendrá que pagar el impuesto de circulación. Asimismo, en el caso de que se apueste por un coche eléctrico, el cliente disfrutará de un gran descuento. Este llega a alcanzar hasta el 75%.
Impuesto de Matriculación
Otro impuesto que hay que pagar en la compra de un vehículo, además del IVA, es el impuesto de matriculación si es nuevo. Teniendo en cuenta que solo se paga una vez, si se llega a vender tras la primera compra, el siguiente titular no tendrá que asumir este coste. En este caso, el precio depende de las emisiones de CO2. Por esta razón, cuanto menos contamine el vehículo, menor será el coste del impuesto de matriculación. Asimismo, hay que tener en cuenta que el precio, en este caso, también depende del lugar en el que resida el titular del vehículo, pues cada Comunidad Autónoma posee sus propias franjas de coste. Igualmente, es importante saber que hay coches que no pagan el impuesto de matriculación. La razón es que sus niveles de CO2 son mínimos. Tanto es así que se sitúan por debajo de los 120 gramos por kilómetro. Lo mismo sucede si el dueño del vehículo tiene una discapacidad reconocida superior al 33%.
Con todo, hay que tener en cuenta todos los gastos que un vehículo supone, ya no solo a la hora de comprarlo, sino durante los años en los que hay que mantenerlo, teniendo que hacer frente a diversas obligaciones que marca la ley.