¿Cuáles son los beneficios de comprar vehículo usado a nombre de empresa? Si eres autónomo y tienes una S.L. tal vez lo mejor sea adquirir un vehículo de segunda mano utilizando la empresa en la que realizas tu actividad diaria. Puedes obtener grandes ventajas y beneficios que no conseguirías si haces la transacción como particular.

¿Cómo comprar un vehículo usado a nombre de empresa?

Para poder comprar un vehículo usado a nombre de empresa es necesario contar con una, es decir, estar constituido como Sociedad Limitada (S.L.). Es precisamente la empresa la que comprará el vehículo y la que será su titular, aunque hagas uso del coche de forma particular y para cosas personales. En estos casos, lo que hay que hacer es imputarse una retribución en especie mayor, que supondrá un costo adicional al IRPF.

¿Qué es una retribución en especie? Esto hace referencia al salario que se percibe. Para comprar un vehículo usado a nombre de empresa es necesario, si se hace la compra al contado o a través de un crédito, aplicar un 20% al precio de compra como una retribución en especie. En este 20% se incluyen todos los gastos que derivan de la transacción comercial, como pueden ser el seguro de coche e incluso las reparaciones y mantenimiento del mismo. Lo único que debe pagarse como particular es el combustible del vehículo.

En este supuesto, si se compra un vehículo de segunda mano que cueste 3.000 euros, entonces hay que añadirle el 20%, es decir, 600 euros más el porcentaje de retención de las nóminas por trabajo personal. Todo depende del porcentaje de IRPF que se hace en las nóminas y el salario percibido. Si, por ejemplo, se perciben 1.000 euros y se hace una retención del 10% (100 euros), a los 600 euros (20% del vehículo) se le suman los 100 euros del IRPF retenido.

¿Cuáles son los beneficios de comprar un coche usado a nombre de empresa?

Al hacer los cálculos de retribución en especie, es verdad que se imputa en el IRPF una suma adicional que, siguiendo el ejemplo anterior, sería de 700 euros. Sin embargo, esto supone una serie de beneficios para la Sociedad Limitada, empezando por el hecho de poder hacer deducciones por dicho vehículo. Si se hace una compra al contado, entonces una amortización; si se adquiere a través de un crédito, entonces hay beneficios en los intereses. También pueden obtenerse ventajas relativas a los gastos de mantenimiento, reparaciones y póliza de seguro. Cuando el vehículo que se adquiere se utiliza tanto para cuestiones privadas como empresariales, entonces el porcentaje calculado se reduciría en un 50%; es decir, en lugar de 700 euros, serían 350.

En caso de que el vehículo se use para la actividad profesional, los gastos derivados de este uso (reparación y mantenimiento) serán deducibles siempre que sea posible demostrar que el coche solo se utiliza como parte de dicha actividad. Las multas impuestas al vehículo no son deducibles, pero sí pueden contabilizarse.

¿Qué ocurre con el IVA soportado? Como sabes, el Impuesto al Valor Añadido soportado, tanto para la compra del coche como para los consumibles del mismo (gasolina) y reparaciones y mantenimiento, pueden deducirse. Cuando se trata del IVA soportado para la compra, puede deducirse un 50%. Todo esto siempre y cuando se demuestre una afectación superior. Sin embargo, no son válidos ni los libros de contabilidad ni las declaraciones, liquidaciones o registros oficiales.

Cuando se trata de deducir los combustibles, así como reparaciones y revisiones de un vehículo de empresa, estos deben desvincularse de la compra del coche. Puede deducirse las cuotas por compra de combustible siempre que el consumo afecte a la actividad de la empresa o actividad profesional. Por ejemplo, si se ha utilizado el coche para hacer un viaje de negocios, puede deducirse el combustible, pues el viaje ha sido para uso profesional; si el coche se estropea porque se ha utilizado para hacer un trabajo, por ejemplo, en el campo, la reparación del mismo también puede deducirse.

Renting de vehículos de empresas grandes

Cada vez más empresas utilizan esta modalidad, que consiste, en realidad, en un renting de vehículos. Hoy en día muchas personas físicas encuentran obstáculos a la hora de contratar un crédito para la compra del vehículo. Esto, sin embargo, no ocurre a las empresas grandes, que pueden comprar coches fácilmente para su compañía y con créditos aprobados al instante. Es por eso que algunas compañías ofrecen la posibilidad de establecer un renting de vehículos. En estos casos, la empresa corre con los gastos de comprar el vehículo elegido por el empleado.

El trabajador tiene que hacerse cargo del importe de las cuotas mensuales sin el IVA. Como ya has visto, cuando se compra un coche usado a nombre de la empresa, puede descontarse este tributo. Para realizar esta operación comercial, la empresa constituye un renting que al trabajador le supone mayores descuentos, pues el precio es mejor y, además, puede ahorrarse el IVA. El empleado puede comprarse el vehículo pagando únicamente la cuota mensual en la que ya se incluyen los gastos como el seguro, el mantenimiento, etcétera. Cuando finaliza el plazo del renting, el trabajador puede quedarse con el vehículo siempre y cuando se pague el valor residual por el mismo.