¿Quieres vender tu auto, pero no sabes cómo se hace la gestión de venta del coche? ¿Un concesionario puede hacerlo? ¿Qué opciones tienes? Vender tu auto usado puede suponer toda una odisea si no se hace el trámite de manera adecuada. No solo consiste encontrar a un comprador, sino que tienes que tener en cuenta todos los trámites burocráticos.

¿Cómo es la gestión de venta de coche?

Cuando se trata de vender el coche para comprar uno nuevo, es posible que te preguntes a quién es mejor venderlo. ¿A un concesionario o a un particular? La venta del vehículo supone una serie de trámites que van más allá de la propia operación comercial. La gestión de venta de coche puede estar en tus manos o si lo prefieres, dejarlo todo en manos de un experto. Las diferencias son considerables.

Ventajas de vender el coche a un concesionario

La mayor ventaja de vender el coche a un concesionario es que el trámite será mucho más rápido. Es decir, puedes llegar al lugar que hayas escogido, escuchar las ofertas por tu vehículo usado y aceptar la transacción. El concesionario se hace cargo de la gestión de venta de coche; es decir, se encarga de hacer todos los trámites burócraticos pertinentes ante las autoridades.

Como sabes, para comprar o vender un coche no basta con entregar el importe del vehículo; también es imprescindible ir ante la Dirección General de Tráfico para cambiar la titularidad del vehículo. Este es un trámite que corre por cuenta del comprador, pues es la parte interesada. Como vendedor, tendrás que notificar a la DGT de que has vendido el coche para que, en caso de multas e infracciones, éstas no te lleguen a ti. Lo mismo ocurre con el seguro para el coche, tendrás que acudir ante tu compañía para notificar este cambio.

Los trámites pueden ser engorrosos, particularmente si no tienes tiempo para hacerlo. Y, aunque el comprador tiene un plazo establecido para cambiar la titularidad es posible que se demore. ¡Un problema para ti! Por eso la mejor opción es vender a un concesionario. Ellos se encargarán de la gestión de venta de coche para que todo lo que tú hagas sea firmar el contrato de compraventa y recibir la cantidad acordada.

El único inconveniente de vender tu coche a un concesionario es que éste no solo se encarga de la gestión de venta de coche, sino que también tiene que tasar el vehículo. De esta forma, tú no puedes exigir al concesionario lo que tú creas que vale tu coche; ellos se encargan de hacerte una oferta y tú sabes si aceptarla o no.

Vender el coche a un particular

Vender tu vehículo usado a un particular es otra alternativa, pero la gestión de venta de coche es mucho más complicada. Básicamente porque tienes que publicitarlo en diferentes plataformas y sitios y esperar a que llegue un comprador o un potencial comprador. Además, debes reunir toda la documentación necesaria y verificar que tu auto cumple con los requisitos para poder venderse.

Los trámites son sencillos en este caso, pero es posible que un concesionario lo haga por ti, si decides venderlo directamente a una empresa especializada. Pero si te decantas por una venta a un particular toda la gestión tendrás que hacerla tú. Un particular te pedirá ver la ficha técnica del vehículo y verificar que éste se encuentra en óptimas condiciones; también debe comprobar que la ITV esté al día y que no haya multas ni impuestos pendientes de pago.

Todos estos son requisitos exigibles del vehículo y tú tendrás que verificar que tu coche los reúne. Aunque buena parte de los conductores tienen al corriente todo lo relativo a sus vehículos, puedes pasar algo por alto y, al momento de llegar el comprador a cambiar la titularidad, encontrarse con que hay problemas y no es posible realizar el cambio. Entonces tú, como antiguo propietario, tendrás que acercarte a la DGT y poner en orden las cosas.

Vender a un concesionario te ahorra todos estos trámites. Generalmente los gestores de estas compañías se encargan de verificar, antes de proceder con la compraventa, que todo se encuentra al día y que la venta puede efectuarse.

Inconvenientes de vender el coche a un particular

Además de que la gestión de venta de coche, si se efectúa con un particular, tendrás que hacerla tú, la compraventa es más difícil. Encontrar a un comprador interesado puede ser un reto; pero además, ¿Cómo puedes saber que se trata de un comprador confiable? ¿Cómo puedes saber si la compraventa será segura? ¿Cómo cerciorarte de que el comprador cambiará la titularidad en el plazo acordado?

Esto supone todo un inconveniente, además de que la tasación del vehículo corre por tu cuenta. Para tasar el vehículo tendrás que hacer algún estudio de mercado, acudir a un concesionario o un experto y pagar por dicha valoración de tu coche. Es cierto, recibirás lo que tú pidas, pero todo el proceso es en sí, mucho más engorroso que dejarlo todo en manos de un concesionario.

Los concesionarios además ofrecen la gran ventaja de que ellos dan de baja temporal al coche, por lo que si tú te retrasas u olvidas notificar a la DGT no corres riesgo de que te llegue una infracción a casa. Solo deberás firmar la compraventa y el concesionario se encargará de todo lo demás.

Por último, en caso de averías del vehículo, debes ofrecer una garantía de mínimo seis meses al comprador. Es decir, tú tendrás que correr con los gastos ante posibles reparaciones y esto ya supone no solo estar al pendiente, sino tener que hacer un desembolso extra.