Si hay una razón por la cual las personas quieren comprar un vehículo ecológico es el consumo que caracteriza a un coche eléctrico. Pero no solo a este último, sino a otros medios de transporte sostenibles que no tienen que hacer frente al 100% al precio de la gasolina o del diésel, como es también el coche de hidrógeno. Se trata de un ahorro económico importante mes a mes, dinero que se puede invertir en otros aspectos necesarios de la vida, como el ocio o, incluso, reparar el hogar para disfrutar de las máximas comodidades tanto con el coche que se conduce como la casa que se tiene.

Hay que tener en cuenta que poco a poco las ventas del coche eléctrico van en aumento, y una de las razones es por el consumo de este tipo de medios de transporte. Es cierto que el porcentaje respecto a los vehículos con los que se circula día a día aún es pequeño. Pero cada vez son más las personas interesadas en automóviles que emiten cero emisiones y que no provocan daños en el medio ambiente. Ahora, la pregunta es la siguiente: ¿merece la pena comprarse un coche eléctrico teniendo en cuenta su consumo? Para responder a esta cuestión, hay que tener en cuenta diferentes puntos.

El consumo de un coche eléctrico

Antes era necesario usar la calculadora para analizar si merecía la pena comprar un coche diésel o un coche de gasolina. Realmente, la operación que había que llevar a cabo era muy simple. Tan solo había que tener en cuenta los kilómetros que se recorrían de forma general mes a mes y luego hacer la fórmula correspondiente según los precios de los carburantes. Asimismo, era necesario conocer el consumo de los diferentes medios de transporte que, por supuesto, no siempre es el mismo. Sin embargo, con el paso del tiempo las empresas han creado otro tipo de vehículos. Estos funcionan sin la necesidad de utilizar carburantes. Por ello, hay que llevar a cabo otras operaciones para saber realmente el consumo, por ejemplo, de un coche eléctrico.

En estos casos hay que conocer el precio de la electricidad, pues lo habitual es cargar la batería en casa. También el precio del coche, los puntos de recarga que hay cerca de casa, el mantenimiento del vehículo y la autonomía del mismo. Teniendo a mano todos estos factores será más sencillo calcular cuánto puede costar utilizar un coche eléctrico respecto a uno convencional.

Ejemplos de consumo

Para que entiendas mejor el consumo de un coche eléctrico, vamos a centrarnos en lo que cuesta realmente andar con él unos kilómetros. En primer lugar, vamos a mencionar que un motor eléctrico es mucho más eficiente, siempre teniendo en cuenta el punto de vista energético. No importa si lo comparamos con un vehículo de gasolina o diésel. Así, por ejemplo, recorrer 100 kilómetros con un coche eléctrico tiene un coste aproximado de unos 13 kWh. Sin embargo, es cierto que esta cifra puede variar. Todo dependerá del tipo de vehículo que estemos analizando.

Ahora, si nos centramos en un coche de gasolina cuyo consumo sea de cinco litros a los cien kilómetros, necesitaría entonces para recorrer esos 100 kilómetros, 45 kWh. A esto, por supuesto, hay que sumarle que el coste de la electricidad en el tramo más económico, es decir, en el tramo valle, es de 0’10 euros. Sin embargo, el coste de la gasolina se encuentra en torno a los 1’6 euros el litro. Por ello, mientras que hacer 100 kilómetros con un coche eléctrico puede costarte 1’30 euros, en el caso de la gasolina asciende a ocho euros. Realmente la diferencia es mucha, por lo que es un dato que hay que tener en cuenta a la hora de apostar por un medio de transporte ecológico o por uno de combustión.

Dos modelos reales

Para que lo entiendas mejor, vamos a ponerte como ejemplo dos modelos reales. Por un lado, el Renault Zoe, que es uno de los coches eléctricos más populares a día de hoy. Su motor es de 109 CV y su consumo es de 17,7 kWh/100 km. Mientras, el Renault Clio, que tiene un motor de gasolina de 90 CV, cuenta con un consumo de 5,2 l/100 km. En este caso, si analizamos lo que cuesta recorrer con cada uno de ellos 100 kilómetros, podemos decir que con el Zoe costaría 1,77 euros, mientras que con el Clío habría que invertir 7,35 euros. La diferencia es muy alta. También hay que analizar la cantidad de kilómetros que vas a hacer con el coche para conocer realmente la rentabilidad de la que vas a disfrutar en cada viaje, pues el coche eléctrico también es más caro.