Cuando compramos un coche, tenemos que tener en cuenta no solo la primera inversión que hacemos sobre el vehículo en sí, sino los gastos que vienen posteriormente, como los impuestos que se deben de pagar año a año para poder circular con él. Sin embargo, no todos los medios de transporte son iguales. Por ello, con cada uno hay que asumir unos pagos diferentes que se calculan, por ejemplo, a partir del tipo de emisiones del mismo. De este modo, no es lo mismo el impuesto de circulación de los vehículos híbridos que el impuesto de circulación de los vehículos de combustión convencionales.
Es esencial saber analizar este tipo de gastos para que, cuando queramos invertir en un coche, sepamos qué nos merece más la pena. La razón es que sabiendo que en un futuro podemos pagar menos en estos gastos de un coche, quizás nos interese más comprarlo. Para que tengas todos los datos necesarios a mano, te explicamos cuál es el impuesto de circulación de los vehículos híbridos. Así sabrás algunas de las ventajas de las que presumen este tipo de medios de transporte.
¿Cuál es el impuesto de circulación de los vehículos híbridos?
Es probable que en muchas ocasiones hayas escuchado hablar sobre el Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM), un nombre que quizá nos resulte demasiado extraño, ya que estamos acostumbrados a oír Impuesto de Circulación. Sin embargo, estamos hablando exactamente del mismo gasto. Ahora, ¿es el mismo en todos los coches? La respuesta es obvia: no. El impuesto de circulación de los vehículos híbridos no es el mismo que aquellos que son de combustión. Eso sí, hay que destacar que es un impuesto municipal que hay que abonar en el ayuntamiento de cada municipio en el que esté el vehículo registrado. Asimismo, es necesario saber que hay que pagarlo una vez al año y no una vez en la vida del coche como sí sucede con el Impuesto de Matriculación.
Por supuesto, hacer frente a este gasto es obligatorio y tiene que hacerlo el titular del automóvil, independientemente de que sea persona física o jurídica. Lo que nos interesa en este artículo, concretamente, es que existen ciertos matices respecto al Impuesto de Circulación en los vehículos híbridos, y es lo que te vamos a contar a continuación.
Bonificaciones de los coches híbridos
Entre las bonificaciones que existen respecto a los coches híbridos, se encuentran aquellas relacionadas con el Impuesto de Circulación. Hay que tener claro que se trata de un pago cuyo valor varía dependiendo de la localidad en la que el vehículo esté registrado. Asimismo, también existen otros factores ligados directamente a este pago obligatorio, como el tipo de medio de transporte y las emisiones que produzca durante su circulación. De este modo, si se trata de un coche de movilidad sostenible, como sucede con los híbridos, pueden existir subvenciones de hasta el 75% en cada territorio. Así, por ejemplo, en Madrid existen bonificaciones que alcanzan esta cifra. Además, estas ayudas solo deben ser solicitadas una vez.
Como ejemplo, os podemos decir que la gama de coches híbridos Volvo ha sido creada para que se combine la energía eléctrica, cuya batería puede ser enchufable, con un motor de gasolina mucho más eficiente que los convencionales. De este modo, es posible reducir las emisiones al mínimo, protegiendo el medio ambiente. Además de estos beneficios, también deben pagar un Impuesto de Circulación más reducido.
¿Hay vehículos que no pagan el Impuesto de Circulación?
Como ya hemos visto, el Impuesto de Circulación en los coches híbridos es diferente respecto a los coches convencionales de combustión. Ahora, también hay que tener en cuenta que existen medios de transporte que no tienen que pagarlo. Se trata de los siguientes:
- Vehículos oficiales.
- Vehículos de servicio sanitario, como las ambulancias.
- Maquinaria con Cartilla de Inspección Agrícola.
- Vehículos de representantes diplomáticos.
- Vehículos para personas con movilidad reducida, cuyo grado de discapacidad sea igual o superior al 33%.
- Medios de transporte público urbano que tengan más de 9 plazas, en las que viene incluida la del conductor.
Teniendo en cuenta lo anterior, aunque los coches eléctricos o híbridos no son de tracción mecánica, que es el concepto que aparece en el impuesto, se han incorporado a esta norma, cuya vigencia es de hace décadas. Esta es la razón por la que su nombre se encuentra tan desactualizado. De este modo, siempre hay que tener en cuenta cuando se quiere comprar un vehículo que existen algunas ventajas fiscales para ciertos coches. Además, no solo se pueden observar en el Impuesto de Circulación, sino también en el Impuesto de Matriculación. La cantidad varía dependiendo del tipo de coche que se esté adquiriendo y cada una de sus características. Por ello, se cuenta con un motivo más para apostar por este tipo de vehículos, además del hecho de que apenas dañan la naturaleza. Sin duda, se trata de una gran opción para pensar en un futuro próximo.