Cuando adquieres un coche debes de pagar el Impuesto de Matriculación de Vehículos Nuevos. Esta es una carga impositiva que no es igual al IVA. ¡No te confundas! Se trata de dos tributaciones diferentes por las que debes pagar al momento de adquirir el vehículo y registrarlo a tu nombre.

¿Qué es el impuesto de matriculación de vehículos nuevos?

Al comprar un vehículo no solo debes pagar el importe del automóvil, sino que también tienes que hacer una serie de trámites y pagos para que el coche sea totalmente tuyo. Para empezar, cuando se formaliza la compraventa, pagas el IVA al 21%; el Impuesto al Valor Añadido es obligatorio y no solo se aplica a los coches, sino a muchos otros bienes. En el caso de los automóviles, algunos pueden beneficiarse del IVA reducido y superreducido (10% y 4%). Estos casos son los de los vehículos para personas con movilidad reducida o para los de transportes de pasajeros.

Pero además de este tributo, las autoridades requieren el Impuesto de Matriculación de Vehículos Nuevos. Este es un tipo de impuesto que se paga por certificar que un coche de concesionario ahora pasa a ser de un particular. De esta forma, el vehículo queda registrado ante las autoridades correspondientes y tú, el comprador, pasas a ser su legítimo dueño. Por otra parte, debes registrar el coche como tuyo ante la DGT para que el coche pueda circular libremente por el país sin que tengas que preocuparte.

¿Cuánto hay que pagar por el Impuesto de Matriculación de Vehículos Nuevos?

A partir del 1 de enero de 2022, el Impuesto de Matriculación de Vehículos Nuevos ha subido, por lo que comprar un coche de estas características supone mayor desembolso. Y es que este impuesto ha aumentado a causa de la entrada en vigor de la WLTP. El WLTP es un protocolo de homologación de vehículos conocido como World Harmonized Light-duty Vehicle Test Procedure; se trata de un estándar mundial a través del cual se pueden determinar los niveles de emisiones de dióxido de carbono, contaminantes y consumo de combustible de los coches.

El WLTP se aplica a los coches nuevos tradicionales, que operan con diésel y gasolina, pero también a los vehículos híbridos y eléctricos puros. Recuerda que hoy en día una de las principales preocupaciones de los gobiernos de los países y organismos internacionales es el relativo al cambio climático. Este cambio se ha producido, entre otras cosas, por las emisiones de dióxido de carbono y gases efecto invernadero que los coches tradicionales han liberado al ambiente desde hace años, dañando la atmósfera terrestre. Por eso no solo se busca implementar los coches cero emisiones (eléctricos e híbridos), sino mejorar los estándares de los vehículos tradicionales.

¿Y cómo afecta el protocolo WLTP al Impuesto de Matriculación de Vehículos Nuevos? Pues porque esta tributación se define y calcula en función de las emisiones de dióxido de carbono homologadas de los vehículos. Estas emisiones, efectivamente, las determina el WLTP. Este estándar es muy exigente y, en consecuencia, si el vehículo nuevo tiene elevadas emisiones, tendrá que pagar más impuesto.

¿Cuánto tengo que pagar de impuesto?

Los tramos impositivos en España por el impuesto de matriculación son:

  • Hasta 120 g/Km de CO2 (inclusive): 0,00%
  • Entre 120 y 160 g/Km de CO2: 4,75%
  • De 160 a 200 g/Km de CO2: 9,7%
  • Más de 200 g/Km de CO2: 14,75%

Antes de la entrada en vigor del WLTP, los coches se regían por el NEDC (Nuevo Ciclo Europeo de Conducción). Este estándar no era tan exigente como el WLTP, por lo que un vehículo de altas emisiones pagaba más impuestos que los de menos emisiones, pero no tanto como ahora. Por este motivo, los coches homologados por el NEDC que se encontraban muy cerca del tramo más alto, han pasado a gravarse con el tipo impositivo más elevado del WLTP.

Hoy en día, si quieres adquirir un vehículo nuevo y evitar pagar este impuesto, lo más aconsejable es hacerte con un coche con emisiones de 120 g/Km de CO2 como máximo. En este bloque también se engloban los coches cero emisiones. Estos coches con etiqueta ECO, que incluye a los microhíbridos, híbridos y eléctricos, siempre que sus emisiones no sobrepasen el límite del tramo, no pagarán este impuesto.

En este sentido, muchas grandes compañías fabricantes de vehículos están adaptando sus coches para que no emitan tanto CO2. Un ejemplo es SEAT, con sus modelos Arona e Ibiza; en estos coches se han hecho reformas para que sus emisiones sean de entre 115 y 120 g/Km de CO2. Cuando vayas a escoger un vehículo nuevo, ten en cuenta las emisiones y la etiqueta de los mismos, en caso de escoger uno que no sea cero emisiones. Un coche con bajas emisiones de CO2 podría librarte de pagar elevados impuestos de matriculación.